Sobre el Evento

Un hombre entra y dice: “Cuando alguien me pregunta cual es mi origen..." La emigración tiene que ver con la huella indeleble que lleva tatuada la persona. Ese rastro de la cultura de origen que no nos deja mimetizarnos en otra. Que se nos salta como un trastorno. Que nos denuncia en la geografía de nuestra raza, en las esquinas de nuestro acento. La emigración no tiene que ver con la integración a otra cultura. Tiene que ver con el viaje por diversos puertos donde nuestra voz trata de armonizarse con los timbres de otras voces para construir la melodía de la comunicación. Por ello el lenguaje no puede ser un medio de discriminación. Primero es música. En esta ocasión, Vladimir se desafía en un monólogo cargado de danza, teatro, ritmo y palabra, que se entremezcla en idiomas conocidos e inventados, a la búsqueda del verbo que se revele en su cuerpo y abra la comunicación hacia el observador/oyente. Después de la función tenemos programado un coloquio con la compañía y el público asistente.